martes, 3 de junio de 2014

PANNA COTTA


Voy a hacer algo que jamás de los jamases he hecho en este blog: voy a poner una receta y recomendarla sin ni siquiera probarla, con un par, así soy yo de chulo.
Os pongo en antecedentes. Yo no soy muy amigo de los realities, porque ya de base de real tienen poco, porque, estimado/a lector/a, todo en la tele está preparado y previsto. Pero hete aquí que miro con buenos ojos a MasterChef, el reality culinario de La 1. Aunque llego tarde, y en la segunda temporada. Obviamente me interesan las técnicas, las recetas, los productos utilizados... y no las rencillas personales (aunque el tema de eliminar tiene su aquel).
En el último programa, el del miércoles 28 de mayo, para la prueba de eliminación invitaron a un chef italiano, Andrea Tumbarello, que preparó dos de los postres italianos más famosos: tiramisú y panna cotta.
Me quedé con la panna cotta. Es un postre sencillo de realizar, muy sencillo, pero que requiere de cierta atención para que su resultado sea satisfactorio. 
Los ingredientes son sencillos: leche, nata, azúcar, gelatina y vainilla. La panna cotta es una receta piamontesa, es decir, de la región italiana del Piamonte, cuya capital es Turín (al noroeste de Italia). Su nombre significa literalmente nata (panna) cocida (cotta). Tiene textura de flan, y como tal para descubrir si hemos acertado, debe de bailar como uno. Un error frecuente suele ser añadir demasiada gelatina, con lo que lo convertimos en un postre de gelatina blanca.
Depende de la receta consulta, las proporciones de nata y leche varían. En la que hacían en MasterChef, la cantidad de leche y nata era la misma, 250 ml (un vaso). Además incluían 70 gramos de azúcar, una vaina de vainilla y tres hojas de gelatina. 
Para prepararlo se ponen en un cazo la leche, la nata, el azúcar y la vainilla (podemos abrir la vaina para conseguir un mayor aroma y las semillas nos ayudarán a dar un toque de color al plato, que es de un blanco inmaculado) y lo llevamos a ebullición. Al tiempo ponemos las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría para hidratarlas. Cuando rompe a hervir la leche con la nata, sacamos el cazo del fuego. Se sacan las hojas de gelatinas, las escurrimos bien y las añadimos al cazo. Removemos enérgicamente para que todos los ingredientes se mezclen correctamente. A continuación llenamos unas flaneras con la mezcla y metemos en la nevera para que cuajen. Pueden ser unas cinco horas. Hay quien aconseja una noche entera.
Vamos a comentar algunas alternativas. Por una parte hay quien añade más leche que nata, y quien añade más nata que leche. Imagino que esto es al gusto de cada cual. Hay recetas que aconsejan colar la mezcla al ponerla en las flaneras, imagino que para eliminar grumos incómodos que queden de la gelatina. También he visto quien aconseja remover enérgicamente cuando está a punto de cuajar, para dejar definitivamente que cuaje.
Llega el momento acompañamiento. En este capítulo he visto de todo. Casi cualquier mermelada o acompañamiento de frutas le vendría bien. También hay quien incorpora las mermeladas a los ingredientes, creando panna cotta de fresas (por ejemplo). También he visto variantes con café, caramelo, chocolate, etc.
Y por último, aunque lo dejaremos para otro momento, panna cotta salado, como aperitivo en alguna cita importante.
Buon appetito!

* Imagen extraída de www.hogarutil.com, donde publica sus recetas Eva Arguiñano

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