miércoles, 11 de septiembre de 2013

HAY DÍAS DUROS

Le atribuyen a John Lennon la cita "la vida es eso que pasa mientras tú estás haciendo planes". Ayer sucedió eso. Exactamente eso. Dantescamente eso.
La vida, con sus málditos planes, nos arrebató a una persona joven (lo que sin duda agrava la desgracia), vital, alegre... pero además un gran amigo. Ayer la vida tenía como uno de sus planes llevarse a Marcos Muñoz. 
De manera miserable nos quedamos, de la noche a la mañana, sin un amigo, de esos que siempre están dispuestos a echarte una mano cuando hace falta. De repente el hachazo invisible y homicida del que hablaba Miguel Hernández en la elegía Ramón Sijé nos ha detenido el corazón a mucha gente.
Somos muchos los que ayer lloramos por la impotencia de saber que nunca más estará. Lloramos por el estupor que nos supone perderte así, tan de repente. Y hablando entre nosotros siguieron brotando sonrisas, aunque a los pocos segundos callaban y volvían los suspiros y los lamentos. +
Tuvimos nuestras diferencias, nuestras discusiones, no siempre coincidía nuestro punto de vista. Al final de una etapa de luces y sombras, nos quedó la amistad. Eso es lo único que al final importa. Eso y los ratos que compartimos.
Las redes sociales se me han llenado de dolor y rabia, de indignación ante un destino fatal que nadie, nadie, nadie esperaba. 
Hace casi un año que no escribía en el blog. Hace casi un año que no publicaba, a pesar de que se han ido agolpando borradores que están por revisar, corregir o acabar. A pesar de que no me quedan palabras (o porque quiero que salgan todas), no podía menos que escribir unas líneas empañadas con lágrimas.
Me quedo con los viajes, que algunos compañeros de Juventudes Socialistas recordaban. Y me quedó con la cabalgata de Reyes en Alcoi (tu pueblo que tanto amabas) de este mismo año, donde nos invitaste, y donde nos trataron de maravilla, disfrutando de un espectáculo único. Y mi último recuerdo para un paje muy especial, aquel que entregó los regalos a mis hijos, y en quien pienso más que en nadie.
Siguiendo con tu forma de cerrar tus intervenciones, quiero acabar con una cita. Como escribió Jaime Gil de Biedma, "Que la vida iba en serio/uno lo empieza a comprender más tarde".
Mil besos, y un fuerte abrazo, amigo. Per sempre

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