viernes, 25 de mayo de 2012

RECETA PARA TRANSFORMAR EL FÚTBOL EN OTRA COSA


En un rato se jugará la final de la Copa del Rey de fútbol, correspondiente al ejercicio 2011-2012. En un principio es el partido cumbre de la temporada en España, ya que el torneo del KO es el que mayor emoción suscita y el que más sorpresas suele deparar. La final de este año repite los contendientes de la que se jugó ahora hace tres años: por un lado el Athletic Club de Bilbao, por el otro el Fútbol Club Barcelona. Cambia el escenario, de Mestalla (año 2009) al Vicente Calderón.
El escenario de la final ya empezó con polémica. La Real Federación Española de Fútbol estimaba que el Santiago Bernabéu era el estadio propicio para jugar este partido, ya que descartando el Camp Nou (por ser la casa de uno de los dos clubes que juega la final) era el estadio con mayor capacidad en nuestro país. Pero hete aquí que Florentino Pérez quiso cambiar los aseos del estadio. Se conoce que estaban hechos un asquito y necesitaban una reformita. Claro, si la final de Copa se jugaba en el Bernabéu era imposible empezar la obra (no vaya a ser que un energúmeno coja un inodoro y lo lance contra el árbitro, por ejemplo). A mi me sorprende que tras ese anuncio se confirmara que en el mes de julio Rafa Nadal y Roger Federer jugarán un partido de exhibición sobre la hierba del estadio de Chamartín, convirtiéndose así en la cancha de tenis con mayor aforo de la historia. No sé si los responsables del club blanco lo han pensado, pero los aficionados al tenis, que no dejan de ser humanos, también tienen necesidades fisiológicas y si los aseos están en obras...
Durante todo ese tiempo la sospecha de que no permitieran jugar la final por si acaso la ganaba el Barça. Ver como el eterno rival gana un título en tu casa no tiene que hacer mucha gracia.
Como los contendientes son los mismos que en 2009, hay cosas que se sabe que ocurrirán. Y las autoridades tienen miedo (qué digo miedo, pánico) a que se repitan. Concretamente le tienen pavor a los prolegómenos del partido, al momento en el que suene el himno de España y parte de la aficiones del Athletic Club de Bilbao y del Fútbol Club Barcelona silben en señal de protesta. Ambos clubes representan a unos aficionados con profundos sentimientos nacionalistas/independentistas. 
Pues en estas que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se descuelga esta semana con unas manifestaciones en Onda Cero donde sugiere que si hay pitidos se debería proceder a la suspensión del partido para disputarlo a puerta cerrada. Pues nada, patada al artículo 20 de la Constitución Española. Las reacciones, evidentemente no se hicieron esperar las reacciones, algunas más afortunadas, algunas que jamás se deberían haber pronunciado. Tal vez Esperanza Aguirre hizo estas declaraciones para desviar la atención del dato real de déficit de la Comunidad que gobierna, que se conoció unos días antes y que era superior al que había transmitido al Gobierno Central (¿recordáis aquello de que los socialistas habían mentido acerca del déficit?)
Evidentemente coartar de semejante manera la libertad de expresión es inconcebible. ¿Acaso se suspendería el partido cuando al comenzar los aficionados de un equipo silben a los jugadores contrarios? La respuesta es un rotundo no. De hecho anoche en Teledeporte repitieron en partido de la final de 2009 (para abrir boca, imagino) y los aficionados vizcaínos superaban en mucho a los barcelonistas y cada vez que los culés tenían la pelota la pitada era sonora.
¿Debe TVE repetir la chapuza de 2009? Es decir, ¿debe cortar el momento de la pitada? ¿Debe censurarlo? Yo opino que no, es una realidad, y querer ocultarla es como hacernos trampas al solitario. Acerca de esto tengo una curiosa anécdota. Cuando acudía semanalmente a una tertulia radiofónica, el contertulio que representaba a las Nuevas Generaciones del PP acusaba a los socialistas de censura del himno nacional (el muchacho era muy proclive a la demagogia y a enmerdarlo todo para liar al oyente). Cuando no te gusta el fútbol, no has visto un partido en tu vida y tu único objetivo en la vida es decir que ZP es muy, pero que muy malo, pasan estas cosas. Al explicarle que la censura era de la pitada rápidamente cambió de tema.
Pero las estupideces en torno a la final de la Copa del Rey no acaban aquí. La Policía Nacional registrará a los asistentes a la entrada del estadio para evitar que introduzcan cualquier imagen de un elefante, en clara referencia al affaire del monarca en Botsuana. En fin, para que calificar siquiera esta ocurrencia. En algunos foros se anima a que los asistentes canten "Un elefante se balanceaba..." con la interpretación del himno, o cuando acabe de sonar este.
Todo esto por un partido de fútbol. Cualquier cosa excepto hablar de once contra once con un balón de por medio. Tal vez sería un buen método no hacerse eco de estas idioteces que algunos políticos utilizan. No anda el país como para que anden perdiendo el tiempo en asuntos que no son de su incumbencia.
En un rato veremos que ocurre. Yo por lo menos pienso ve el partido y olvidarme de lo que no tenga que ver con lo estrictamente deportivo, que para eso es fútbol.

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