18:02
Santiago Vañó Candeal
Gracias a la actuación de la Concejalía de Cultura se ha podido ver en Benidorm una de las exposiciones fotográficas que más polvareda ha levantado en los últimos años. Me refiero a la exposición Fragments d’un any, realizada y comisariada por la Unió de Periodistes Valencians. Esta edición, como las anteriores, mostraban en un buen puñado de fotos los hechos más relevantes acaecidos el año anterior, bajo el prisma de los fotoperiodistas. Pero este año ha sido distinto, este año la Diputación de Valencia, gobernada por el PP, ha censurado 10 fotos de las 91 exhibidas.
Ricardo Costa llora amargamente tras ser expulsado (temporalmente) del PP por su implicación en el Caso Gürtel; el Presidente del Gobierno español José Luís Rodríguez Zapatero y su homólogo portugués, José Sócrates, charlan en un pabellón a rebosar durante un mitin celebrado en Valencia; Rita Barberá ayuda a Francisco Camps a entrar en un coche tras declarar en los juzgados por su implicación en el caso de los trajes; la efusiva celebración de Rita Barberá tras la victoria electoral europea; Jorge Alarte riendo por un comentario de Ravi Singh, el gurú que dirigió la campaña electoral de Barack Obama; el exvicepresidente del Consell compartiendo terraza con el cabecilla de la trama “Gürtel”, Álvaro Pérez “El Bigotes”; Francisco Camps, Vicente Rambla y Ricardo Costa en pie abotonándose la americana de su elegante traje; la salida de Francisco Camps de los juzgados tras declarar, mientras saluda a los agentes de la Guardia Civil que custodian el edificio; José María Aznar adquiriendo la misma pose que tiene el Rey Don Juan Carlos en una foto que figura al fondo de la imagen; Francisco Camps acompañado por el obispo mira al cielo, como buscando a Dios. Estas son las diez imágenes culpables.
En realidad no son imágenes nuevas, todas fueron publicadas en los medios escritos durante 2.009. Pero el PP, en un torticero intento de ocultarlas, de censurar como no se hacía desde el año 1.975, les dio una inesperada y triste publicidad al vetarlas. Imagino a los jerifaltes peperos, como a Inocencio X frente al retrato que Velázquez le pintó, exclamando “troppo vero” (demasiado real) y sintiendo vergüenza de sí mismos. En su espiral de indecencia no tuvieron pudor en llevarse por delante a Román de la Calle, exdirector del Muvim (Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad, donde se exponían) y le acusaron de ser el cabecilla de la acción. Nada más lejos de la verdad, Román, ante tal escándalo y falta de escrúpulos, dimitió, él que levantó ese museo desde cero y que le dio personalidad, él que es un hombre de cultura y profesor, tan apartado de los cenáculos políticos y usado como escudo.
La Unió de Periodistes retiró la muestra completa, o todo o nada. Esa defensa de los valores, tanto en el caso de Román de la Calle como en el caso de la Unió de Periodistes, les ha valido numerosos reconocimientos, incluido el Premio Jove Cultura a la libertad de expresión que en junio de este año le otorgó Joves Socialistes del País Valencià, organización de la que soy Secretario de Organización autonómico.
Afortunadamente la muestra ha recalado en numerosas ciudades de toda España y ha sido vista por Internet. Ese es el poder de la imagen, más valiosa que cien palabras. Y estas imágenes son de las que dicen mucho con muy poco.
El año que viene una nueva muestra relatará lo que ocurrió en 2.010. Supongo que una foto estará seguro, los muros desnudos tras retirar unas fotos que sólo incomodaban a unos pocos. Qué malas pasadas juega la mala conciencia.
Ricardo Costa llora amargamente tras ser expulsado (temporalmente) del PP por su implicación en el Caso Gürtel; el Presidente del Gobierno español José Luís Rodríguez Zapatero y su homólogo portugués, José Sócrates, charlan en un pabellón a rebosar durante un mitin celebrado en Valencia; Rita Barberá ayuda a Francisco Camps a entrar en un coche tras declarar en los juzgados por su implicación en el caso de los trajes; la efusiva celebración de Rita Barberá tras la victoria electoral europea; Jorge Alarte riendo por un comentario de Ravi Singh, el gurú que dirigió la campaña electoral de Barack Obama; el exvicepresidente del Consell compartiendo terraza con el cabecilla de la trama “Gürtel”, Álvaro Pérez “El Bigotes”; Francisco Camps, Vicente Rambla y Ricardo Costa en pie abotonándose la americana de su elegante traje; la salida de Francisco Camps de los juzgados tras declarar, mientras saluda a los agentes de la Guardia Civil que custodian el edificio; José María Aznar adquiriendo la misma pose que tiene el Rey Don Juan Carlos en una foto que figura al fondo de la imagen; Francisco Camps acompañado por el obispo mira al cielo, como buscando a Dios. Estas son las diez imágenes culpables.
En realidad no son imágenes nuevas, todas fueron publicadas en los medios escritos durante 2.009. Pero el PP, en un torticero intento de ocultarlas, de censurar como no se hacía desde el año 1.975, les dio una inesperada y triste publicidad al vetarlas. Imagino a los jerifaltes peperos, como a Inocencio X frente al retrato que Velázquez le pintó, exclamando “troppo vero” (demasiado real) y sintiendo vergüenza de sí mismos. En su espiral de indecencia no tuvieron pudor en llevarse por delante a Román de la Calle, exdirector del Muvim (Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad, donde se exponían) y le acusaron de ser el cabecilla de la acción. Nada más lejos de la verdad, Román, ante tal escándalo y falta de escrúpulos, dimitió, él que levantó ese museo desde cero y que le dio personalidad, él que es un hombre de cultura y profesor, tan apartado de los cenáculos políticos y usado como escudo.
La Unió de Periodistes retiró la muestra completa, o todo o nada. Esa defensa de los valores, tanto en el caso de Román de la Calle como en el caso de la Unió de Periodistes, les ha valido numerosos reconocimientos, incluido el Premio Jove Cultura a la libertad de expresión que en junio de este año le otorgó Joves Socialistes del País Valencià, organización de la que soy Secretario de Organización autonómico.
Afortunadamente la muestra ha recalado en numerosas ciudades de toda España y ha sido vista por Internet. Ese es el poder de la imagen, más valiosa que cien palabras. Y estas imágenes son de las que dicen mucho con muy poco.
El año que viene una nueva muestra relatará lo que ocurrió en 2.010. Supongo que una foto estará seguro, los muros desnudos tras retirar unas fotos que sólo incomodaban a unos pocos. Qué malas pasadas juega la mala conciencia.
Posted in: 
0 comentarios:
Publicar un comentario