miércoles, 31 de marzo de 2010

OSTENTACIÓN

Dice el refrán popular que por la boca muere el pez. Actualmente se podría extrapolar a "por la ostentación cae el corrupto".
Desde hace unos cuantos años asistimos con cierto asombro a cómo cargos públicos que utilizan su posición de ventaja para lucrarse ilícitamente, no se conforman con mangar a espuertas, deben hacer ostentación de sus logros. Jaume Matas y señora es el último caso, pero antes fueron Ricardo Costa, Francisco Camps y El Bigotes, Juan Antonio Roca (el cerebro de la trama Malaya) o Félix Millet.
Puntos en común: alhajas deslumbrantes, fínisimo vestuario, pelucos estratósféricos, bólidos que cortan la respiración, fincas que se extienden más allá de donde llega la vista. Y todo bien a la vista para epatar al pobre currito que tiene que madrugar para intentar pagar la hipoteca.
¿Qué nos pasa? Se ha extendido una pátina de anestesia que impide que protestemos por lo que sería, en otro momento, en otro lugar, motivo de revuelta popular. Hemos pasado de combatir la corrupción a intentar imitarla. Creo que utilizo mal el plural mayestático, porque soy de los que censura y lucha por evitar estas conductas. Me indigno, tengo mi derecho al pataleo ante esta tribu que mina la credibilidad de la clase política y quiero ejercerlo. No soy el único, miles de militantes de mi partido opinan como yo. Incluso seré atrevido y aseguraré que la inmensa mayoría de los militantes de un partido político (siempre y cuando se crean el funcionamiento democrático) están radicalmente en contra de estas actuaciones.
Quizá sea el último caso conocido, el de Jaume Matas, el que sea más esclarecedor. En varios años apenas saca dinero del banco, pero es capaz de hacer lujosas compras en metálico. Incluso una escobilla de váter de precio prohibitivo. Pero el juez y el fiscal, de momento, han intentado dar buena cuenta de lo que es reprobable, y punible. E juez ha dictado un auto demoledor, con frases que se deberían estudiar en cualquier facultad de derecho del mundo, calificando a Matas como: Divinidad que dictaba "hágase", orquestador de farsas ilegales, explicaciones kafkianas, personaje que ha venido a burlarse de los simples mortales.
Ya se dictará sentencia. Espero que sea ejemplar y que sea un toque de atención de todos aquellos que creen que pueden violar la ley sin que nadie se entere. Ojito.

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