jueves, 26 de febrero de 2009

AYUDAR AL PRÓJIMO

Los animales nos dan continuamente lecciones a los seres humanos de comportamientos ejemplares. Voy a contar un caso que sucedió en mi propia casa:
Para Navidad le compré a mi mujer unos peces de agua fría como mascotas. Hace una semana aproximadamente empezamos a notar como uno de los peces empezaba a dar síntomas de encontrarse enfermo. Nadaba siempre rozando el fondo de la pecera. Tambien cabía la posibilidad de que el agua estuviera demasiado fría y por eso no nadaba cerca de la superficie. Cambiamos el agua para eliminar parte de las impurezas (que también podrían ser causante de la actitud del pez) y para que estuviera a una temperatura mayor. Pero el pez seguía inapetente y nadando por el fondo.
La situación se fue agravando con el paso de los días. Nadaba poco. De vez en cuando parecía sacar fuerzas de flaqueza y nadaba alrededor de la pecera. Después descansaba. Veíamos como movía las branquias para respirar, como si estuviera ahogándose (vaya incongruencia, ¿no?). A pesar de volver a cambiar el agua de su pecera, nuestro pez no respondía y ya empezamos a pensar en un trágico desenlace.
Además hay un caso curioso, ya que la hermana de mi mujer tenía dos peces paralelos a los nuestros. Igual que nosotros una carpa dorada y un pez de tres colas negro nadaban en su pecera. Al igual que el nuestro empezó a nadar por el fondo y finalmente murió.
Pero esta historia tiene una parte humanitaria. En una de las muchas ojedas que echábamos a la pecera para observar el estado de nuestro pez vimos cómo la carpa ayudaba al enfermo tres colas a subir a la superficie, como si intentara empujarle a sobrevivir, como si quisiera hacerle ver que no todo estaba perdido. Pero el tres colas se volvía a hundir inexorablemente. Cada vez era menor la lucha por su supervivencia, sólo respiraba.
Pude grabar un poco de la entrega de la carpa por salvar a su compañero de pecera. No son las mejores imágenes, y hasta parece que no presta mucha atención a su vecino, pero lo que vimos era real. Este pequeño montaje es en su honor, en honor de los dos, la lucha por sobrevivir y la solidaridad.


El final de esta historia la puedes imaginar. El tres colas murió pocas horas después. Su cuerpo reposaba en el fondo de la pecera . Cuando lo extraje para enterrarlo en una de las macetas del balcón, su compañero, empeñado en salvarle la vida poco antes, nadaba por el fondo. Desde ese momento su actividad ha descendido considerablemente. Nos han dicho que los peces tienen una memoria breve, pero a mí me da la impresión de que nuestra carpa recuerda que no hace mucho tenía un compañero de pecera y que ese mundo del tamaño, poco más o menos, de un balón de fútbol está algo más vacío. Es evidente que dentro de poco tendrá alguien junto a él (o ella, desconozco el sexo).
Pero la historia que subyace en este relato no es otro que la evidente ayuda que se prestan algunas especies animales tan distinto al instinto homicida que tenemos los seres humanos. Mejor nos iría a tod@s si aprendieramos a respetarnos, a ayudarnos, a socorrernos, en vez aniquilarnos, masacrarnos o simplemente negar la igualdad entre todos los seres humanos, como es evidente que se incumple por la codicia y la avaricia.
Mis peces me han demostrado que una pecera es más sabia que muchos parlamentos. Cuánto nos queda por demostrar.





La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respetuo mutuo.
Eduardo Galeano(1940-?) Escritor y periodista uruguayo

1 comentarios:

Laura Ruiz dijo...

Jo, lo siento por tu pececillo... casi se me saltan las lágrimas mientras leía el relato. Tú ya sabes lo que opino yo de mis amigos los animales... (si hasta estoy saliendo con uno xDDD)

Otra de las cosas que me asombra es que cuando la gente escribe (o cuando yo escribo) artículos sobre historias anónimas de animalillos, o sobre temas relacionados con ellos, nadie suele firmar en el blog. Sin embargo, si la gente actualizan (actualizo) con un escandalo político a la media hora ya se han escrito mínimo 5 comentarios.

¿Nadie sabe ver el lado más humano de la vida? (que en muchos caso, nada tiene que ver con personas...)

 
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