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Santiago Vañó Candeal
En este país tan proclive a los excesos orales (verbales, quiero decir) hay una palabra que al menor atisbo de problema o confusión se pronuncia: DIMISIÓN.
Los expertos en pedir dimisiones a las primeras de cambio son los dirigentes del PP. Pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, tienen que pedir la dimisión de alguien, aunque sea del bedel que hace fotocopias en el ministerio. Un ejemplo lo encontramos en la nevada de la semana pasada. Según el criterio del PP la ministra Magdalena Álvarez debía dimitir por el caos circulatorio. A su vez Álvarez le echa la culpa a los meteorologos que no avisaron a tiempo. Aquí además encontramos otro de los deportes nacionales, escampar la culpa hacia otras personas. Nadie nunca tiene la culpa de nada, ya habrá alguien que pague el pato (aunque sea un bedel que hace fotocopias). Pero hasta el día de hoy la meteorología no es una ciencia exacta y si varían las condiciones la previsión se viene abajo y cambia drásticamente.
La verdad es que a Álvarez el PP la tiene enfilada desde hace tiempo. SI no es por los atascos, es por el AVE, si no por la huelga de los pilotos. Vamos que cualquier día saldrá el señor Rajoy en una rueda de prensa echándole la culpa a Álvarez por ser el toro que mató a Manolete. Porque eso sí, consejos vendo que para mí no tengo, todavía hay ciudadanos que esperan a que algunos responsables políticos asuman el mea culpa de catástrofes como la del Prestige, la alarmante subida de precios a partir de la adopción del Euro, la incursión de nuestras Fuerzas Armadas en la maldita e inconclusa guerra de Irak, la rocambolesca decisión de impartir Educación para la Cudadanía en inglés a los alumnos valencianos... Pero evidentemente una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo. Amparan a imputados por delitos gravísimos, como el señor (por ser respetuoso, al contrario que él) Carlos Fabra, éste sí debía haber dimitido hace años.
También en el Real Madrid bajan las aguas revueltas. Han pedido la dimisión del presidente, y esta vez, parece que sí ha dado resultado. Le sustituirá Vicente Boluda Fos, empresario valenciano que, por cierto, fue el director académico de un curso de creación de empresas del que fuí alumno (pagó una excursión magnífica).
Creo que todos deberíamos al menos dimitir una vez en la vida de algo, así como los musulmanes deben de viajar a La Meca. Yo lo haré, pero no ahora, que soy yo quien debe de pedir dimisiones.
Nunca me enfado por lo que la gente me pide, sino por lo que me niega.
Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897) Político, historiador y escritor español.
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2 comentarios:
Muy buen artículo Santi. Es verdad eso, que el PP tarda bastante poco en pedir dimisiones sin embargo les cuesta mucho que uno de ellos lo haga.
Lo de Calderón me preocupa, pero espero y deseo que no sea Aznar su sucesor...porque el Real Madrid es de las empresas españolas más poderosas del mundo (económicamente y socialmente hablando)
Hola Santi. Me sumo a lo que dice Jorge, muy buen artículo.
Por cierto, no se como dices lo que dices de Fabra, si según Rajoy: "Fabra es un ciudadano y un político ejemplar para el PP".
Si todavía no se como no dicen que la culpa de todo lo que pasa en nuestro país es culpa de Felipe González. Ellos son así. ¿Que la Comunidad Valenciana es la que menos dependientes tiene reconocidos de entre todas las comunidades autónomas? Pues es culpa del programa informático que no es compatible con los programas que tienen en la Conselleria... ya tardan dos años en compatibilizar los sistemas. ¿A quien le pedimos la dimisión?. Uissss, si que me he expendido... pero ahora que lo pienso... esto igual me da para una entrada en mi blog.
Nos vemos pronto.
Saludos,
Ruth.
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