sábado, 31 de enero de 2009

GOMORRA

Roberto Saviano tiene que moverse diariamente rodeado por cuatro policías. Roberto Saviano vive escondido, perseguido, con miedo. Roberto Saviano sabía que cada línea que escribía le condenaba un poco más (si es posible) a muerte. Roberto Saviano es el autor de Gomorra, un libro que desentraña los negocios prácticados por los distintos clanes de la Camorra napolitana. Como él mismo dice, su condena no ha sido dictada por narrar lo que en Nápoles es vox populi, si no por el éxito alcanzado, todo el mundo conoce con pelos y señales lo que los clanes mueven. El mundo ha descubierto el iceberg completo y no sólo la fracción emergente. Algo que a los capos, los boss (en su propia terminología) no les ha gustado un ápice; la oscuridad, la invisibilidad en sus trapicheos es imprescindible.
Gomorra ha sido escrito con sangre, sudor, espuma de saliva y rabia, toda la rabia de una persona que intenta cambiar el mundo con la única ayuda de un bolígrafo (su espada) y un cuaderno en blanco (su escudo). Su rabia está compartida por muchísimos napolitanos que saben del verdadero (y legal) potencial de su ciudad y su región, y quisieran revertir la situación. La ciudad donde nació la pizza, la cuna de la vera mozzarella di bufala, el Vesubio que deben de vigilar de reojo por su eterna amenaza (que le pregunten a Plinio el Viejo) permanecen en el anonimato, en un segundo, o tercer, puesto en la memoria colectiva ya que la industria más potente y conocida de la Campania es la Camorra. Y no todos sus habitantes son delicuentes, allí pagan justos por pecadores, aunque los justos sean los menos y los pecadores no sean capaces de ver otra salida. La suma del hartazgo general es una fuerza inmensa, Saviano la ha canalizado a través de su libro.
En el año 2005 mi mujer estuvo cuatro meses en Nápoles con una beca Erasmus. Estudia Arqueología (bueno, licenciatura en Historia, especialidad arqueología) y Pompeya es un sancta sanctorum (junto a Ercolano, Stabia, Nola... quizá el parque arqueológico más grande del mundo). Durante esos cuatro meses yo acudí una semana completa cada mes. Esas visitas me permitieron conocer Roma y sobre todo Nápoles. No tuve más remedio que caer rendido ante los encantos de ambas ciudades, cada una con su idiosincrasia. Todo el tiempo que pasé en Nápoles me hacía cruces por las posibilidades de una ciudad que la Camorra, para sus propios fines, ha dejado que se degrade. Los prejuicios, alimentados fundamentalmente por los italianos del norte (enémigos acérrimos del sur, sí, como si vivieramos en una época anterior a la unificación), empañan la visión de una ciudad en la que la desidia de parte de sus habitantes la lleva a un punto de paroxismo del que sólo puede rescatarla una catarsis completa: resurgir de sus cenizas o desaparecer, no hay más opciones. Un ejemplo sería el vergonzoso caso de la recogida de las basuras. Yo pude ver, durante los cuatro meses, bolsas de basura tiradas en el mismo punto, nunca se recogían.
Gracias a Gomorra he conocido que la extorsión y la venta de droga (a pequeña escala, el narcotráfico es otra cosa)no es más que el negocio de los clanes de "todo a 100" (Gomaespuma dixit) y que el verdadero negocio se encuentra en la construcción, la gestión de residuos o la manufactura y venta de prendas de ropa falsas de las firmas más conocidas de Italia. Todos estos negocios se abrieron y se mantienen por la fuerza de las balas y la violencia, la manera de eliminar a la competencia es aniquilarla, literalmente. Los tentáculos de la Camorra no se circunscriben a Nápoles, la Campania o el sur de Italia, si no que se extienden por España, Estados Unidos o Escocia. Son empresas participadas por una parte perfectamente legal y un entramado ilegal que garantiza una reducción de costes, sus precios son los más competitivos, realizan ofertas que nadie puede rechazar.
Remover sentimientos, ser la chispa que inicie la explosión que impulse el cambio, rebosar el vaso con una última gota de rabia, Roberto Saviano quiso dar a conocer al mundo lo que mucha gente ya sabía, su intención es noble: que acabe la delincuencia en una maravillosa tierra, la suya, y que ningún joven más tenga que emigrar por culpa de los prejuicios (Berlusconi es norteño, supongo que poco hará por arreglarlo). La recompensa ha sido un éxito de ventas y una sentencia de muerte que la Camorra hará lo imposible por ejecutar, hay demasiados killers dispuestos a hacerlo por cuatro perras. El libro rezuma vigor, se nota que Saviano conoce de lo que habla y que tiene un objetivo claro. Si conoces Nápoles no dejes de leerlo, si te gustan los libros de denuncia no dejes de leerlo,; si te gusta leer, no dejes de leerlo.
Ahora atacaré la película (en sentido metafórico) basada en este libro, donde se ha extendido la paranoia mafiosa; varios de sus protagonistas han sido detenidos por pertenencia a asociación mafiosa. Realidad y ficción se vuelven a dar la mano. Con esta temática se podría hacer un gran ciclo: la trilogía de El Padrino, I centi passi, Uno de los nuestros, Muerte entre las flores, incluso Casino. Tantas y tantas que ocuparían un post completo. Ahora pienso que quizás debí ver antes la película que leer el libro o haber viajado a Nápoles... Ya es tarde, estuve en Gomorra y, quisiera volver.
Las leyes callan cuando las armas hablan.
Marco Tulio Cicerón(106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

2 comentarios:

PROGRESSISME dijo...

Sols volia fer una reflexió.

Jo vaig assistir, tal i com al meu blog ilustre amb paraules i fotografies, a la manifestació del dissabte a Castelló. Contra la política de la Generalitat en aquesta crisis.

Al arrivar a casa ilusuionat per la festa reivindicativa que vam dur endavant, més de 5000 persones a Castelló i 10000 a València i 7000 a Alacant, el que vaig vore va ser zero a Canal 9.

Eixe dia vam eixir a totes les televisions estatals i no a la autonòmica. A Canal 9 va eixir el Pla anticrisis de Camps, un pla que es fum. Fum perque darrere d'ell no hi ha messures reals ni partides econòmiques. En res. Però el van vendre com la panacea.

La ciutadania valencianan que mire Canal 9 no sabrà que hi hagué manifestacions perque Camps que te les competències en treball és el mandatari amb més atur de tota Espanya i el que més acomiadaments signa.

Amb diners públics ens manipulen. JA ESTÀ BÉ!

www.davidprogressista.blogspot.com

Unknown dijo...

Gomorra es algo que nos tiene que hacer reflexionar. Hay quien dice que todo este tema es fruto de la forma de ser de las gextes de aquel lugar, que ve como todo se inpregna de esa forma de hacer las cosas. Yo me quedo con la lucha que muchas personas han llevado contra la mafia desde sus comienzos. Porque lo mismo dicen de los gallegos, si hay caciquismo es por que ellos lo sustentan, pues no, ahora que nos permiten acabar con él lo estamos haciendo.

 
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