Como conté en mi anterior post, hace unos días se casó mi cuñado. Si leíste con atención el post expliqué que primero hubo una ceremonia religiosa y después otra civil en el Ayuntamiento. Esto fue así porque la ceremonia no se ofició bajo el rito católico, sino bajo el ortodoxo. El Ministerio de Justicia no concede como válidos los matrimonios celebrados por este rito, por lo tanto debe de formalizarse ante un representante de dicho Ministerio.
Esto me llevó a pensar: ¿acaso un sacerdote ortodoxo tiene un estatus menor que un sacerdote católico? En caso de que así sea, me cago en el Concordato con la Santa Sede. Me parece indigno que unos presbíteros sí sean representantes del Ministerio de Justicia y otros en cambio no.
Ante todo aclaro que soy agnóstico y no me decanto hacia ninguna religión, pero soy un firme defensor de las ideas religiosas de cada cual, y pienso que todas las religiones, una vez hayan sido aprobadas por el Ministerio de Justicia (que se encarga de ese trámite) deberían ser iguales, sin existir favoritismos. Pero es evidente que todavía quedan rescoldos donde calientan las brasas del franquismo.
El sacerdote católico es el intercesor entre los fieles (que lo deseen) y Dios. No son los únicos, ni siquiera católicos ya que existen luteranos, anglicanos, ortodoxos, evangelistas, testigos de Jehová, mormones, protestantes y otras ramas que no recuerdo. No olvidemos otras religiones: judíos, musulmanes, budistas... Todos tienen puntos de unión, y en general Dios es lo mismo en cada una, cada cual le da matices.
La Iglesia Católica sigue intentando mangonear en la vida pública de nuestros ciudadanos y está de uñas con el gobierno de Zapatero, a pesar que la legislatura 2004-2008 fue la que mayor aportación hizo a las arcas de la Conferencia Episcopal. Manda narices. Ni siquiera el beato Aznar y sus acólitos (los más duros, pertenecientes al Opus Dei; como Michavila o Acebes) aflojó tanto.
La autofinanciación debería ser una realidad acabada esta legislatura y olvidarse de tanto remilgo que, imaginan, quitarán votos. Ese dinero estaría mejor invertido en subir las pensiones y prestaciones más raquíticas, por ejemplo, un vivero de votos seguro.
Si Dios no hace distinción entre sus hijos, que los hijos no hagan distinciones entre los Dioses, todos iguales, que al fin y al cabo el culto es algo privado e íntimo de cada cual. Y de paso honramos a la Constitución, que ese sí debe ser el camino que nos rija a todos y todas. Amén.
Dios se deja conquistar por el humilde e rechaza la arrogancia del orgulloso.
Juan Pablo II (1920-2005) Papa de la iglesia católica.
Juan Pablo II (1920-2005) Papa de la iglesia católica.
2 comentarios:
hola compañero! Cuánto tiempo! Tienes razón, en un estado aconfesional todas las expresiones religiones deben de tener el mismo grado de reconocimiento y el mismo estatus, siempre que estás respreten los mínimos de justicia. En mi blog encontrarás mis fotos del Congreso y, sobre todo, encontrarás mis reflexiones como siempre.Un fuerte abrazo.
Comentario a mi propio artículo:
En la edición digital de El País de hoy (12 de octubre) en la sección Comunidad Valenciana viene un artículo relacionado con este post. Además viene una foto del sacerdote que casó a mi cuñado, el padre Nicolás, un tío hiperamable e inteligente como él solo, más que la mitad de la Curia unida.
Os dejo un enlace: http://www.elpais.com/fotografia/Misa/ortodoxa/elpdiaesp/20081012elpval_2/Ies/
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