21:50
Santiago Vañó Candeal
En las últimas semanas me ha invadido en varias ocasiones una sensación de déjà vu. Por varios motivos, y todas son por noticias que leo en los periódicos o veo en la televisión. Supongo que sabes que a lo que me refiero, es ese estado en el que parece que lo que estás viendo ya lo has vivido con anterioridad. Según los estudiosos, es un fallo del cerebro (para algunos otro fallo más).
En primer lugar, la sensación me la ha provocado el conseller valenciano de inmigración Rafael Blasco, con su ya famoso (tristemente) contrato de integración para inmigrantes. Esta idea, que en la campaña electoral ya se le ocurrió al equipo del "capo" Mariano Rajoy, y aquí, los que siguen la voz de su amo, siendo más papistas que el papa, han intentado, saltándose a la torera todas las competencias transferidas y pasándose por sálvese las partes la Constitución Española. Evidentemente este anuncio quiere distraer la atención a otros asuntos más importantes, como por ejemplo que no se vea un trabajador en aquellas obras que financia la Generalitat Valenciana, ya que han sido trasvasados a la creación del circuito urbano de Fórmula 1, que debe de estar listo en unos tres meses.
Evidentemente este contrato se aplicará a aquellos inmigrantes más desfavorecidos, en un primer momento a los que procedan de fuera de las fronteras de la Unión Europea, pero dudo mucho que cuando vengan (si es que vuelven algún día) los deportistas de la Copa del América, conformado por personas de todo el mundo se les aplique. Tiempo al tiempo.
Como el PP parece que quiere removerme el cerebro, su actual guerra intestina, aunque subrepticia recuerda a la que hace unos meses tuvo como contendientes a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. Da la casualidad que en el ajo está metida, otra vez, Espe, que parece que le gusta estar en todos los fregaos. De paso la guerra se ha llevado por delante a Eduardo Zaplana y Ángel Acebes. No es que hayan sido arrastrados, más bien, creo, se han apartado para ver como el río desciende rápido y caudaloso, y no descarto que si las aguas vuelven a un cauce que les sea favorable (¡otra vez Espe!) vuelvan al ruedo político. El que es ventajista, lo es siempre.
Como los que demandan agua, que vuelven con más fuerza, aliándose en un macro-frente común compuesto por 300 alcaldes, en un 99% del PP. La misma retórica, mismas formas, mismos modos, mismo lema, pero algo nuevo, mientras se demanda agua por un lado, se le vende a Font-Vella por otro. Dinero es dinero. La ética es otra cosa.
Pero la sensación de déjà vu más intensa, y a la vez la más agradable me la ha proporcionado el trabajo. He viajado durante cinco semanas por colegios de toda la provincia de Valencia. Cada día recordaba aquellos momentos que pasé en el colegio, hace ya unos cuantos años. Me volvían a invadir las sensaciones que vivía cuando iba a clase, cuando salía al patio y jugaba con mis amigos… y es que la arquitectura seriada ha construido muchos centros exactamente iguales al que yo iba. Qué felices seríamos si volviéramos un rato a la infancia, sin preocuparnos de asfixiantes hipotecas, estúpidos jefes o quien sabe qué.
En primer lugar, la sensación me la ha provocado el conseller valenciano de inmigración Rafael Blasco, con su ya famoso (tristemente) contrato de integración para inmigrantes. Esta idea, que en la campaña electoral ya se le ocurrió al equipo del "capo" Mariano Rajoy, y aquí, los que siguen la voz de su amo, siendo más papistas que el papa, han intentado, saltándose a la torera todas las competencias transferidas y pasándose por sálvese las partes la Constitución Española. Evidentemente este anuncio quiere distraer la atención a otros asuntos más importantes, como por ejemplo que no se vea un trabajador en aquellas obras que financia la Generalitat Valenciana, ya que han sido trasvasados a la creación del circuito urbano de Fórmula 1, que debe de estar listo en unos tres meses.
Evidentemente este contrato se aplicará a aquellos inmigrantes más desfavorecidos, en un primer momento a los que procedan de fuera de las fronteras de la Unión Europea, pero dudo mucho que cuando vengan (si es que vuelven algún día) los deportistas de la Copa del América, conformado por personas de todo el mundo se les aplique. Tiempo al tiempo.
Como el PP parece que quiere removerme el cerebro, su actual guerra intestina, aunque subrepticia recuerda a la que hace unos meses tuvo como contendientes a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. Da la casualidad que en el ajo está metida, otra vez, Espe, que parece que le gusta estar en todos los fregaos. De paso la guerra se ha llevado por delante a Eduardo Zaplana y Ángel Acebes. No es que hayan sido arrastrados, más bien, creo, se han apartado para ver como el río desciende rápido y caudaloso, y no descarto que si las aguas vuelven a un cauce que les sea favorable (¡otra vez Espe!) vuelvan al ruedo político. El que es ventajista, lo es siempre.
Como los que demandan agua, que vuelven con más fuerza, aliándose en un macro-frente común compuesto por 300 alcaldes, en un 99% del PP. La misma retórica, mismas formas, mismos modos, mismo lema, pero algo nuevo, mientras se demanda agua por un lado, se le vende a Font-Vella por otro. Dinero es dinero. La ética es otra cosa.
Pero la sensación de déjà vu más intensa, y a la vez la más agradable me la ha proporcionado el trabajo. He viajado durante cinco semanas por colegios de toda la provincia de Valencia. Cada día recordaba aquellos momentos que pasé en el colegio, hace ya unos cuantos años. Me volvían a invadir las sensaciones que vivía cuando iba a clase, cuando salía al patio y jugaba con mis amigos… y es que la arquitectura seriada ha construido muchos centros exactamente iguales al que yo iba. Qué felices seríamos si volviéramos un rato a la infancia, sin preocuparnos de asfixiantes hipotecas, estúpidos jefes o quien sabe qué.
En fin, a ver si tengo una tregua, aunque sea pequeña, y recargo el cerebro con nuevos recuerdos. Ya te lo contaré.
El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.
Plutarco (50-125) Escritor griego.
Posted in: agua, Ángel Acebes, colegios, déjà vu, Eduardo Zaplana, Esperanza Aguirre, PP, Rafael Blasco, Rajoy, Valencia
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