La noticia ha saltado por la incredulidad que provoca una sentencia, la que ha dictado el juez Juan del Olmo de la Audiencia Provincial de Murcia: llamar "zorra" a la esposa, siempre y cuando se utilice como sinónimo de "astuta", no es un insulto. De esta surreal manera a un maltratador se le ha revocado una sentencia condenatoria de un año de cárcel, a una pena de ocho días de localización permanente por una falta de amenazas leves.
Produce estupor estas noticias, máxime cuando un juzgado de Cartagena condenó a este individuo porque además de llamar "zorra" a su esposa, le dijo al hijo de ambos que algún día vería a su madre en un cementerio en una caja de pino. Pero claro, eso no es una amenaza grave.
Según leo en la prensa, el juez Del Olmo, el mismo que instruyó el caso del 11-M, ha revocado quince sentencias a maltratadores condenados bajo un mismo criterio, tiene que haber explícitamente un componente machista para que puedan ser tratados como violencia de género, si no se le aplica el Código Penal, sin más.
Tal vez, y sin querer meterme en el trabajo de un juez, del que no tengo ni la más mínima noción, tal vez, digo, sería adecuado estudiar el contexto, que no digo yo que no lo haya hecho, pero quizá no lo haya comprendido. Probablemente, sin saber si lo realiza o no, una reunión con este individuo puede trasladar una opinión certera del hecho. No creo que en ningún momento el agresor (puesto que para mí es un agresor) diga "te llamo zorra como mujer", porque viene implícito en la frase que profiere. Y no por eso (porque no diga "mujer") el hecho deja de inscribirse en el ámbito de la violencia machista. En ocasiones para entender de mejor manera un hecho lo mejor es darle la vuelta. Pongamos por caso que este mismo individuo llama cabrón a otro varón. ¿Estamos ante un caso similar? Muy probablemente no, falta entender que llama zorra a su mujer por el mero hecho de ser su esposa, sin más.
El juez cogió el Diccionario de la Real Academia Española y empezó a leer las entradas. Vio que como quinta acepción el DRAE dice:"Persona astuta y solapada.", lástima que el juez, de manera malintencionada (ya que nos ponemos a interpretar actitudes, interpretemos todos) se saltara la anterior acepción, en la que el DRAE simplemente define: "Prostituta". Evidentemente los catedráticos (y las pocas catedráticas) no van a incluir la acepción más correcta: "Puta".
Yo pienso que esto es prevaricar. Este juez debería pasar a la "nevera" una temporada, puesto que se pone en tela de juicio su actuación. Los maltratadores de Murcia saben que recurriendo su sentencia, aunque sea clara, como creo que es el caso que ha saltado a la luz, pueden encontrarse son este juez y que les toque una rebaja sustancial de la condena.
Machismo, misoginia, catetismo, una mezcla de todo reside en las entendederas de este juez, que tira por tierra todo el trabajo realizado para que las mujeres denuncien casos de violencia de género. El Ministerio de Política Social debería pasarle la factura de la próxima campaña, ya que se empeña en que sea papel mojado, al menos que la pague él.
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