domingo, 24 de abril de 2011

ASI SE LAS PONEN A LA EXTREMA DERECHA EN EUROPA

El pasado fin de semana dos hechos se solaparon. Por una parte, en Finlandia un partido de extrema derecha se convierte en la segunda fuerza política del país. Por otra, Francia cierra su frontera con Italia para impedir la entrada de trenes en los que viajaban inmigrantes sirios y libios.
Por desgracia estos no son hechos aislados. La extrema derecha europea, desde hace unos años, va extendiéndose poco a poco, mediáticamente son hechos puntuales, pero se van enraizando en la conciencia colectiva, que ante una situación de crisis como la que se vive en toda Europa, se deja llevar por un discurso demagógico, extremadamente sencillo y que ataca a las personas más vulnerables, en este caso los inmigrantes: ¡vienen de fuera a quitarnos el trabajo, a arrebatarnos las ayudas que merecen nuestros vecinos y a mancillar a nuestras mujeres! Es probable que estés pensando que no exagero, que estoy en lo cierto. Bien, ponte en su lugar por un momento, imagina que tuvieras que abandonar tu casa, tu municipio, porque es imposible establecer allí tu proyecto vital, que tuvieras que ir a un país que desconoces, sin entender (en la mayoría de los casos) la lengua que se habla, por lo que comunicarte para cualquier acción básica es un ejercicio de funambulismo, y que por el simple hecho de ser inmigrante te miran con prejuicios, pensando que es más seguro que les robes la cartera a que les eches una mano.
Nicholas Sarkozy ha planteado esta semana, por boca de un colaborador (encima nos ha salido cobarde), la extinción del espacio Schengen (el acuerdo por el que se permite la libre circulación de personas por la Unión Europea) en los casos que crean conveniente. Esos casos serán, evidentemente, una "avalancha" migratoria. Entrecomillo avalancha para denotar que no creo en tal efecto en el territorio francés. Francia tiene una superficie de 675.417 km² y 66 millones de habitantes (para que te hagas una idea, España tiene una superficie de 504.645 km² y 47 millones de habitantes). ¿Qué son 20.000 personas más? Más bien es una cifra insignificante. ¿Y en toda la Unión Europea? Poco más de cuatro millones de kilómetros cuadrados y 500 millones de habitantes.
Voy a hacer un poco de demagogia (¡y aviso!); a Valencia acudieron esta semana unas 40.000 personas para ver la final de la Copa del Rey de fútbol, y no hubieron excesivos problemas. Evidentemente, venían a un evento concreto, con cierta planificación, decenas de agentes de policía controlando todo, y tras el partido cada cual volvió a casa. Pero, creo que el ejemplo sirve para explicar que un movimiento demográfico más o menos no afecta al resto del país.
La actitud francesa me enerva bastante, porque si un país pertenece a la Unión Europea lo debe de hacer con todas sus consecuencias. No puedes extinguir normas comunes únicamente cuando te conviene. Porque estoy convencido que cierran la frontera a la inmigración en el punto X, y a diez kilómetros se puede acceder libremente.
Esto no es más que un discurso escorado a la derecha más rancia, Sarkozy, que es hijo de inmigrantes húngaros, del que tiene miedo del nuevo ascenso del partido de Le Pen, aunque en esta ocasión la lideresa sea la hija (que también es Le Pen, claro está). Restarles votos a la extrema derecha adoptando el discurso de la extrema derecha. Por un puñado de votos hay quien vende a su madre con lazo y todo.
Italia también quiere revisar la normativa del espacio Schengen. Berlusconi y extrema derecha, dos términos cogidos de la mano. El populista presidente (y empresario) italiano da una nueva vuelta de tuerca a su concepción de la inmigración, tras el escándalo que provocó el vejatorio trato que le dio a los gitanos rumanos. ¡Lo que le gustaría a Il Cavaliere que encerraran a los inmigrantes en jaulas, como si de perreras se tratara! Excepto con las muchachas bonitas, a las que reservaría una de sus villas.
Lo de Finlandia también debe de preocuparnos. En apenas unos días, la extrema derecha finesa, sacudió los cimientos de la Unión Europea, y los economistas bailaron al son que más les gusta, el de los movimientos acelerados que favorecen la especulación.
Mientras tanto la Unión Europea es incapaz de dar una respuesta única, eficaz, coherente y, sobre todo, rápida. La Unión Europea es un dinosaurio enorme y anquilosado. Como me ocurre con la ONU, cada vez soy más escéptico acerca del papel que juega la UE dentro de sus fronteras, no digamos ya fuera. A pesar de lo que parezca, no soy un euroescéptico, al contrario, el concepto de la Unión Europea me parece fantástico, pero se preocupan más por las mercancías y las economías que de los ciudadanos y ciudadanas, y puedo poner en duda que los dirigentes de la UE se crean la institución que representan. Si fuera así se lo tomarían en serio. ¿Que la diplomacia es compleja? Seguro, pero si no persigues un objetivo claro, dificilmente podrás alcanzarlo.
La columna vertebral de la Unión Europea se está dejando hacer por la extrema derecha, su retórica limpia de encantador de serpientes está engatusando a mucha gente. Espero que no tengamos que arrepentirnos dentro de unos años.

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