lunes, 11 de enero de 2010

MÁS DIFICIL TODAVÍA

Ya lo dije hace poco más de un año. Me sorprendió que en un solar en el que varios carteles anuncian la próxima construcción de un Conservatorio de Danza, en vez de gruas, obreros, ladrillos y hormigón, se encontrara un circo. Ha pasado un año, llegaron las Navidades y un nuevo circo ocupó el solar que en un futuro será Conservatorio (futuro muy futuro, todo indica que no será inminente).
Como hace más de un año, vuelvo a mostrar en imágenes que no me invento nada y que cualquiera que haya pasado junto a la rotonda de Monteolivete en Valencia, justo enfrente del Palau de les Arts, habrá visto esto.


Voy a hacer unas cuentas sencillitas: las últimas elecciones autonómicas se celebraron el 27 de mayo de 2007. Estos carteles (como muchos otros que sólo iban dirigidos a hacer publicidad electoral) serían colocados unos tres meses antes, digamos que a finales de febrero o principios de marzo. Si ahora nos encontramos a principios de enero, eso quiere decir que han pasado casi tres años desde que se colocaron los carteles. Y si anuncian un centro con tantas aulas, para tales nivels y una dotación ya fijada, eso quiere decir que el proyecto estaría aprobado, en resumidas cuentas, que se redactó mucho antes para que los técnicos pudieran dar su aprobación. En total nos vamos a unos cuatro años de nada, de vacío, de inacción, de circos y carteles sin obras.
Pero Font de Mora, el conseller del ramo, a decidido que lo mejor es hacer una triple pirueta mortal. Lo extraño es que hay quien le ha seguido. Si sus despropósitos ya son sabidos en toda España, el último ha sido de traca. Negar unos 12 millones de euros y no aceptar entrar en el programa Escuela 2.0 que lleva a cabo el Gobierno Central y en el que se intentan destinar ordenadores portátiles a la mayoría de escolares españoles.
Tanto que defienden la Constitución Española y la constitucionalidad de las leyes, y resulta que esta decisión claramente es inconstitucional al poder vulnerar los artículos 14 y 27 de la Carta Magna, ya que hace que los y las estudiantes de la Comunidad Valenciana estén en clara desventaja frente a otros alumnos de otras Comunidades Autónomas. Y aquí viene el chiste (sin gracia), los consejeros de las comunidades autónomas de Murcia y Madrid, rechazan unirse al plan con los mismos argumentos que utilizó Font de Mora: al tener una pantalla pequeña, pueden producir miopía. Para miopía, la intelectual de Font de Mora, que prefiere una escuela medievalista que una moderna y adecuada al año 2.010. Esta afirmación la hace un médico, forense (realizó la chapucera autopsia del Caso Alcàsser), pero médico.
Eso sí, he de romper una lanza a favor de quien haya designado a este circo como el elegido para ocupar este espacio. Se debe elogiar que se disponga de este emplazamiento para una compañía valenciana, subvencionada públicamente y que en sus actuaciones no utiliza animales (ni salvajes ni de los otros), un circo que tiene mucho de teatral y que con música, acróbatas, malabaristas realiza un espectáculo para todos los públicos. Una clase de circo distinto y por tanto, necesitado de más ayudas y mejor difusión.
PD: Al ser un circo pequeñito los vecinos podían aparcar en una parte del solar que no estaba ocupado por los carromatos de la compañía.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero si da igual, si la gente se cree lo de la miopia.

Encima es Zapatero el culpable de querer ofrecer ordenadores a los niños en las aulas, todo con una finalidad maligna: producirles miopia.

Poco tiene que ver que en el resto de Europa se utilicen ordenadores iguales, si total, siempre hemos ido a la cola en educación y esta vez no nos podemos avanzar a nuestro momento.

 
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