domingo, 5 de julio de 2009

PUNTAZOS

A lo tonto a lo tonto ya han pasado dos años desde que entró en vigor el tan cacareado permiso de conducir por puntos. Así que a l@s conductores/as que no han sufrido la retirada de ningún punto desde hace unos días lucimos dos puntos más. Es decir, yo, como muchísim@s otr@s españoles/as tenemos 14 puntos. Por ahí ya habrá algún cafre que piense que tiene muchos, o que le sobran, o que le pesan en el carnet y esté deseando perderlos. Bueno, haberlos haylos, si no lo recuerdas el primer día de entrar en vigor esta norma hubo gente que perdió los 12 puntos de tacada. Es que hay much@ cafre suelto.
Pero para puntazo gordo lo que pasa en Honduras. Yo flipo, por ambas partes. Primero el presidente quiere atornillarse al sillón presidencial (valga la redundancia) y propone que se modifique la Carta Magna mediante un referendo para aspirar a ampliar el tiempo de su mandato. El ejército y parte de la población se cabrea. Lo entiendo de los segundos, pero las Fuerzas Armadas deberían estar tranquilitas siempre. Así que los milicos cogen y se plantan frente la cama del presidente lo empaquetan en un avión y se marcan con un Golpe de Estado. Zas, en toda la boca. Y ahora hay un lío de no te menees. El caso es que se han saltado todas las reglas del Derecho Internacional (y nacional, supongo). Puesto a reflexionar me pregunto: ¿Puede que el referéndum hubiera respondido NO?, ¿puede que hubiera perdido Zelaya las siguientes elecciones? La respuesta es que sí, claro que sí. Así que ya tenemos lío. Los más ricos creen que por la fuerza se consiguen los logros que ansían. Craso error, repetido por enésima ocasión. Y lo peor de todo es que Latinoamérica estaba más o menos tranquila últimamente, si exceptuamos a Hugo Chávez y su adlater boliviano Evo Morales (un tipo que al principio me caía bastante bien).
Más puntazos de esta semana. La bajada del paro en un puntazo y pico. Es poco, sí, pero es. Dos meses seguidos de bajaditas no son para descorchar el champán, pero al menos es para ir enfriándolo, aunque otoño nos confirmará si lo sacamos del frigo o lo dejamos un poco más. Cada una de las personas que ha conseguido trabajo es un triunfo digno de elogio, aunque no hay que despistarse ni un minuto para que los tres millones y medio que siguen desempleados consigan ocupación cuanto antes. Parece que nos alejamos de aquellos cinco millones de desempleados que pronosticaron Rappel Rajoy, Aramis de Cospedal y la bruja Soraya. Vaya trío, podrían abrir un teléfono de tarot. Acertarían lo mismo, pero ganarían una pasta que falta le hará al Tío Paco Camps para su plan Con-fianza.
Puntazo y medio: se cierra Garoña, la central con nombre de palabra ¿griega? (tatachán, humor malo). Es una buena noticia, quizá preferiríamos que fuera inmediato, pero de aquí cuatro años mejor que en nueve. La amenaza nuclear (nucelar, la palabra es nu-ce-lar) nos preocupa a toda la población, y lo malo es que el riesgo puede proceder de cualquiera de las nuestras o de cualquiera foránea. Si en Francia petara una central la ola verde (por decir algo) llegaría sin duda a nuestras casas, el ejemplo más claro es Chernobil y sus terribles consecuencias hasta en Polonia. Y sé que es poco probable que con los controles actuales volviera a ocurrir, pero... Siempre quedan los problemas ocasionados por los residuos, que no son como las mondas de los plátanos ni mucho menos. El tema nuclear (nucelar, la palabra es nu-ce-lar) tiene much@s apasionad@s detractores/as y much@s apasionad@s defensores/as, y puede que tod@s tengan razón, pero en defensa de los intereses generales el cierre de las nucleares debería ser prioritario, ahora y mañana. Aunque se cabree el alcalde de Garoña y quiera apearse del proyecto socialista.
La verdad es que se debe articular un buen plan para que todas aquellas personas que temen por su pérdida de empleo, por su futuro, por el porvenir de su comarca, para que se sientan favorecidas, gratamente favorecidas y que olviden su pasado radioactivo por un futuro limpio y sostenible. Eso sí que sería un puntazo, para tod@s.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí utilizar y afirmar que no se puede cerrar Garoña porque 400 personas se pueden ir al paro me parece un argumento demagógico e inútil. Hay gente con empleos que no pueden suponer un suicidio al mº ambiente que son despedidos y nadie arma tanto revuelo.

 
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