TODO ES MENTIRA

Todo es mentira. Nada es cierto, todo lo que han inventado los seres humanos no son más que brindis al sol. En todo aquello que han posado las manos los hombres tenemos un perfecto ejemplo de artificio.
Busquemos donde busquemos hayamos elocuentes perlas de artificio. Mucha gente no acepta que se cambie el nombre a algo, o que cambie el significado, ya que aunque parezca lo mismo, ni mucho menos es lo mismo. Generalmente aquello que más facilidad tiene para mutar es lo que más acérrimamente se defiende. La patria, el honor, las normas, todo es intangible, por lo tanto no podremos ceñirlo ni atraparlo.
El lenguaje es mentira. Es un convencionalismo y cada palabra significa lo que toda la comunidad de hablantes ha asumido. Podemos cambiar la nomenclatura de las cosas, serán igual, pero con otro nombre. Si a los gatos se les llamara de otra manera supongo que seguirían maullando (aunque ese sonido tuviera otro nombre), una rosa tiene las mismas espinas, el mismo aroma, con otro nombre. Como muestra los idiomas, distintas palabras para los mismos conceptos.
Es mentira que estar lejos signifique estar apartados, es mentira que vivir junto a una persona signifique que estemos comunicados. Las distancias ya no se miden en kilómetros, o millas, o centímetros, o palmos. Ahora las distancias se miden en minutos, horas. Es más importante lo que tardamos en llegar que el espacio que hemos recorrido. Porque puede que tardemos horas en recorrer unos pocos kilómetros (ahí están los trenes de cercanías) o unos pocos minutos en salvar grandes espacios (aviones, helicópteros). Las tecnologías de la información nos permiten estar más cerca de los que están lejos.
Pero es mentira que estemos más comunicados. Ahora para conversar nos encerramos en una habitación frente a la pantalla de un ordenador y utilizamos el teclado para expresarnos. No sólo palabras, también sentimientos que visualizamos a través de los smileys, los emoticonos, etc. Tenemos decenas, cientos de amig@s, que much@s de ell@s son como l@s de la vieja escuela, amig@s de amig@s. Jamás les vemos la cara, si no por una imagen digital que nunca será física. Y en el escaso tamaño de un ordenador guardamos toda nuestra vida, amig@s, trabajo, familia.
Porque también la familia es mentira. La unidad familiar tradicional se ha atomizado y una familia puede ser una sola persona o casi un centenar, si contamos a l@s abuel@s, tí@s, hij@s, niet@s... Hay gente que confía férreamente en la familia, y a la hora de la verdad cada cual hace la guerra por su lado, nadie apoya a nadie, nadie es capaz de seguir a otra persona si no coincide en sus planteaminetos. Y decir las verdades a la cara es mucho más fácil a través del bálsamo de la confianza.

La televisión, los medios de comunicación en general son falsos y mienten. Tergiversan, tuercen, son demagogos con un único interés mercantil, sólo buscan un espectáculo rentable a sus cuentas de resultados y bancarias. La publicidad miente tanto que en un anuncio de un producto de limpieza dejan impoluta una superficie en la que no se le ha aplicado el químico. ¡Sí que es potente! Hasta el informativo más serio y respetado tiene lugar para su punto de autocomplacencia y de falacia controlada y administrada como si de una potente anestesia se tratara. Por no hablar de los que directamente ocultan información o mienten sin vergüenza ni tapujos. Una y otra vez, haciendo bueno el axioma de Goebbels de que una mentira repetida cien veces se convierte en verdad.
Es mentira que todo lo que digo aquí es mentira. Alguna verdad hay, aunque es mentira que esté diciendo por ahí que lo sepa. Creerás que soy un nihilista redomado, un descreído crónico, pero nada más lejos de la verdad, únicamente me estoy sincerando. Generalmente todo lo que se me ofrece como una verdad absoluta me produce desconfiaza, porque si tanto insisten en que debamos de creerlo ciegamente, ¿por qué será? Los dogmas se los dejo a las Iglesias. Dios no es verdad, tampoco es mentira, nadie me ha demostrado con pruebas, con verdades, ni una cosa ni la otra.
Todo es mentira, porque todo está compuesto de la misma materia corrupta que es incapaz de reconocer cuando erra y cuando acierta, sólo tiene impresiones, conjeturas con las que intenta hacerse ideas aproximadas de lo que está haciendo, pero de ninguna manera conocerá la verdad. Pero sí que es verdad que la verdad es tan compleja y que requiere de tantos matices que nos vamos a perder en sus entresijos como se perdieron todos los predecesores de Teseo en el laberinto. Pero no hay Ariadnas que nos proporcionen hilos que nos conduzcan a la certeza. Si alguna vez aparece alguna, posiblemente sea un minotauro disfrazado de princesa, que actúa en complot con el resto de criaturas maléficas que conviven en el laberinto. Y tanto nos cansa buscar esa verdad que al final desistimos, a veces es más grato una mentira agradable que una verdad incómoda, o peor aún, una verdad que nos decepcione.
Sí, algo hay que sea cierto: la naturaleza, todo en ella es verdad, todo lo que escapa de la producción humana carece de esta polución falaz. Nos maravillamos de la perfección de la naturaleza, de cómo algunas especies han creado mecanismos que ni al científico más creativo se le hubieran ocurrido. Lo sencillo representa la pureza, la verdad.




Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña.
Adolf Hitler (1889-1945) Dictador de la Alemania nazi

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