martes, 4 de noviembre de 2008

FUE EN TARIFA

El 1 de noviembre de 1988 un inmigrante subsahariano apareció muerto en una playa de Tarifa, junto a una cochambrosa embarcación. Entonces los subsaharianos todavía eran negros, y las barcas no se conocían como patera o cayuco.
Ahora hace 20 años que empezó uno de los episodios más tristes y vergonzosos de la historia reciente, la muerte asociada a la inmigración ilegal que desde África atraviesa el océano, jugándose la vida. Se estima que desde ese momento más de 158.000 han alcanzado tierra firme y unas 12.000 personas han fallecido en la travesía, seguramente sean más, pero el mar las ha silenciado.
Fue en la playa de Los Lances de Tarifa, allí se celebró el día 1 de noviembre un sencillo homenaje, un puñado de personas, en su mayoría integrantes de ONGs de apoyo a inmigrantes, lanzaron flores a un cementerio vivo, dedicadas a unos muertos que sienten como propios. Parecía que la fecha fuera elegida a propósito, tiene estas cosas el azar.
Sabemos, o al menos tenemos la sensación, que seguirán sucediéndose las tragedias. Ni Ulises ni Jasón tripulan estas naves, los dioses no guian sus destinos, el oráculo no responde si se le ofrenda con pobreza.
El problema de la inmigración ilegal no es una competencia exclusiva de España. Los países de origen son losprincipalesimplicados, la población más capacitada para trabajar se larga, y afortunado aquel que logra llegar a otro país para ganarse la vida. Después llega el temor a ser deportado (con el bochorno propio y familiar que supone el fracaso de su empeño), la dificultad para encontrar un empleo, el desconocimiento del idioma y de las costumbres locales, residir en un piso junto a una docena más de personas, hacinadas aprovechando cada metro cuadrado. Pero poco debe importarles a los inoperantes dirigentes, ellos sólo se preocupan de tener a punto su harén de vírgenes y/o sus sustanciosas cuentas (nada) corrientes en paraísos fiscales.
El horror fue plasmado hace 20 años por el fotógrafo Ildefonso Sena, el único que acudió a plasmar e inmortalizar aquel triste momento. Hoy sigue diciendo que esa imágen le provocó un shock. Es normal, le entiendo. En esa patera que se ve al fonfo viajaban 18 inmigrantes. El mar poco a poco fue escupiendo once víctimas, la última se encontró en La Gomera. Entonces pagaron 35.000 pesetas, el precio de un pasaje de lujo, por una travesía incierta. Dicen los que saben de esto que ahora se pagan unos 1.200 euros, en el anuncio de la oferta deberían incluir que a la llegada les esperan hipotermias, hambre, sed, quemaduras por la mezcla de salitre y gasolina...

Qué sería de los inmigrantes sin la solidaridad de los cooperantes que les ayudan e intentan reconfortarlos tras la travesía más dura que existe. Son sólo 12 kilómetros, para ellos es cruzar un abismo. Muchos de los nuestros desearían que el abismo fuera real, que esos muros que construyen para esconder nuestras vergüenzas fueran altos como montañas y recios como un buen mulo.
Dejo el link de una carta al director del diario Ideal, que se publica en Andalucía. Es la voz de la cordura, la serenidad y el buen juicio. Que cunda el ejemplo.


Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas.
Bob Marley (1945-1981) Músico jamaicano.

0 comentarios:

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | 100 Web Hosting