miércoles, 3 de septiembre de 2008

5 OROS, 10 PLATAS, 3 BRONCES

Hay síndromes de abstinencia que son complicados de sobrellevar. Durante dos semanas he estado enganchado a una droga que no volveré a suministrarme hasta dentro de cuatro años. Estoy hablando, no pienses mal, de los Juegos Olímpicos. Ahora llevo unos diez días de falta de administración de una buena dosis, así que podré comentar lo que me han parecido con la cabeza más fría, sin sudores y templores e implorando más deportes con desesperación.
Antes que nada voy a dejar el comentario repelente de niño Vicente: lo que se ha disputado en Pekín (o Beijing, que tela con el respeto a los valores, como si los chinos fueran sobrados en respeto a derechos básicos) son los JUEGOS OLÍMPICOS, que no OLIMPIADAS. La olimpiada (u olimpíada, o sus formas en plural) son el período comprendido entre el final de unos Juegos Olímpicos y el inicio de los siguientes, es decir, ahora estamos inmersos en una olimpíada que concluirá en los Juegos Olímpicos de Londres (¿o mejor London?). Fín del comentario erudito, gracias por soportarme.
Si algo ha destacado han sido las dos ceremonias, tanto apertura como clausura. No me tragué ninguna de las dos, para eso están los resúmenes, que ya tengo experiencia y son largas. Espectaculares, organizadas, bonitas. La verdad es que hay muchos chinos para que hicieran de extras, así que podían haber hecho algo que se pudiera ver desde el espacio y retransmitido por los satélites (ya le estoy dando ideas a los ingleses, ¡me dejo contratar!). Aunque hubo sus partes con truco del almendruco, como la niña que cantó en playback porque la verdadera voz era un poco...fea. El COI ya ha admitido que han sido los mejores Juegos Olímpicos de la historia, algo que se dijo por última vez en el año 1.992, en Barcelona así que, españolit@s, saquemos pecho.
La participación española ha tenido de todo, como siempre una de cal y otra de arena. Bueno, de Cal hemos tenido dos de plata. Precisamente ese deportista (David Cal, bimedallista en piragüismo K-1) ha sido de lo mejor de la delegación española. Me gustó que tras haber ganado las dos medallas estuviera enfadado porque él participaba para llevarse el oro. Ese es el espiritú que faltaba en nuestros deportistas, acostumbrados a ir a unos Juegos a ver qué pasaba, a pasearse y conocer mundo y si se ganaba una medalla buena era.
La primera medalla que un deportista español ganó en unos JJOO fue en el año 1.902 en París, en Cesta Punta, que ya ni es deporte olímpico. Desde entonces hasta hoy nuestros deportistas han ganado 115 medallas, 113 en JJOO de verano y 2 en los de invierno, ganadas por los hermanos Fernández Ochoa, Paquito (oro en eslalon gigante) y Blanca (bronce en eslalon gigante). De las 113 medallas veraniegas (34 oros, 49 platas,30 bronces) se ganaron sólo 27 hasta 1.988. Barcelona representó nuestra eclosión, alejándonos del modelo de español bajito y endémicamente desnutrido. Se cosecharon 22 medallas, nuestra mejor cosecha. A pesar de nuestra pobre imagen durante casi un siglo ocupamos un honroso puesto en el medallero total, el vigesimo octavo, por encima de países como Brasil, Yugoslavia, Etiopía, Argentina o Portugal. No, no superamos a Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Italia o Francia que nos llevan un buen trecho, a lo mejor si conquistamos y anexionamos esos países al nuestro...
No quiero olvidarme de ningún medallista español en Beijing, porque todos nos han hecho disfrutar y nos han hecho mirar a otros países por encima del hombro, por lo menos durante un rato. Samuel Sánchez, oro en ciclismo en ruta; Joan Llaneras, oro en ciclismo en pista en la modalidad de puntuación y plata junto a Antonio Tauler en la modalidad de bronce, me emosionó especialmente como se abrazó a su familia nada más acabar la prueba y saberse medallista, sobre todo con la segunda, su retira de la competición por todo lo alto; Rafa Nadal, oro en tenis individual y hoy mismo premio Príncipe de Asturias de los deportes (te recomiendo un artículo de Jorge García sobre estos galardones); Fernando Echavarri y Antón Paz, oro en vela clase Tornado; Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial en piragüismo K-2; Vivi Ruano y Anabel Medina, plata en dobles de tenis; Gervasio Deferr, plata en su ejercicio de gimnasia en suelo, sólo superado por un chino hipermotivado y un poquito ayudado por los jueces, quizás; Iker Martínez y Xabier Fernández, una plata con color de oro en vela clase 49er, ya que la reclamación qu presentaron era justísima, en fín; la espectacular Gemma Mengual y Andrea Fuentes, plata en dúos de natación sincronizada y repitieron plata con el equipo completo; la selección masculina de Hockey Hierba y la selección masculina de Baloncesto (que cada día nos hace vibrar más, sobre todo con esa final contra la todopoderosa USA-NBA) ganaron sendas platas; José Luis Abajo "Pirri", la primera medalla española en China, un bronce en esgrima con espada, Leire Olaberria, bronce en ciclismo en pista en la modalidad de puntuación y por último ese bronce para la selección masculina de balonmano, que cierran un ciclo brillantísimo, acrecentado por la fuerza mediática de Iñaki Urdangarín. ¡Enhorabuena campeones!
Un pero muy grande, en atletismo, el deporte estrella de los JJOO no hemos ganado ni una medalla, algo que se debería de revisar muy en serio, porque en Barcelona fue una de nuestras grandes bazas.
Pero si dos nombres han sonado con fuerza por todo el mundo (además de Rafa Nadal, que cuentan que ha firmado miles de autógrafos en la villa olímpica) esos han sido sin duda Michael Phelps y Usain Bolt. Dos deportistas que pertenecen a otro mundo. Phelps, él solito ha ganado más oros que España, ocho en total y siete récords del mundo, tanto en solitario como con el equipo. Un hombre que debe de ocultar sus branquias y aletas en alguna parte y que ha sido el deportista que más noticias ha generado durante los JJOO de Pekín.
Usain Bolt es otro tipo de deportista, chulesco, extravagante en las celebraciones, ha sido capaz de batir el récord del mundo en 100 y 200 metros lisos, incluso ¡frenándose!, fue increible. Como le preguntó un periodista de Televisión Española, ¿pertenece Bolt a este planeta?
También ha habido cositas feas, como el taekondista cubano que agredió a un árbitro o el deportista belga que arrojó al suelo su medalla de bronce, de la que fue desposeído posteriormente.
En general unos grandes juegos, bastante espectaculares deportivamente y muy bien organizados, sabemos a que precio. Derechos humanos humillados, diligencia policial excesiva con los nacionales, limitación del derecho de expresión, derechos de los trabajadores olvidados... China se ha dado a conocer con su cara más tecnológica y moderna. Aún así sabemos lo que es.
Respecto a mi síndrome de abstinencia me estoy suministrando sustitutivos, algo así como la metadona con la heroína. La liga de fútbol ha comenzado, con el Valencia ganando; llega el desenlace de los mundiales de motociclismo y Formula 1; la Vuelta ciclista ya rueda por España... En fin, no me falta deporte televisado el resto del año, pero falta la emoción directa de la competición olímpica. Londres prepárate que como pueda ir en 2.012...
El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto.
Heywood Hale Broun (1918-2001) Periodista, actor y escritor estadounidense.

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