CONTROLAR EL DESCONTROL

Quiero en primer lugar agradecer a los controladores aéreos el favor que le están haciendo al Estado. Gracias a ellos España está siendo portada de los principales medios de comunicación de todo el mundo. Y esta vez no es porque se ha ganado un Mundial de un deporte de masas, no, en un momento en el que la economía española está en entredicho por parte de los especuladores, llega un colectivo laboral, poco numeroso pero importantísimo por la cantidad de vidas humanas que dependen del buen hacer de su trabajo, y boicotea la actividad económica de España.
No, no me he intentado irme de puente, la verdad es que tengo trabajo, pero me he cabreado profundamente ante esta cafrada (hay otros calificativos, pero me los reservo) que no le beneficia en absoluto al interés general del país.
Siempre estaré de acuerdo en las reivindicaciones justas que demanden los trabajadores, estaría de más, pero este asunto sobrepasa la lógica más simple. No es una huelga como tal, porque no ha habido una convocatoria previa, ni servicios mínimos, ni una precaución de respetar los derechos de miles de personas. Esto no es una huelga, es un boicot a España.
Ver a 250.000 personas tiradas en los aeropuertos es grave, pero hay que pensar en los viajeros que están esperando venir (o volver) a España desde otros países, que en muchos casos son la base del turismo (yo pienso en Benidorm y la Costa Blanca, o en Mallorca, por ejemplo). O las personas que pensaban viajar dentro de España y ahorrarse horas de tren o carretera. Se cancelan reservas de avión, packs de viajes de agencias, noches de hotel, no se irá a cenar a aquel restaurante, ni se comprará un recuerdo en una tienda cercana al monumento... ¡¡¡Cuánta gente afectada!!!
La situación es tan grave que por primera vez desde que se retomó la democracia en nuestro país, se ha decretado estado de alarma, y si los controladores no regresan a su puesto de trabajo se verán sometidos a la justicia militar (la pena de muerte en casos militares se abolió, afortunadamente, hace varios años). Sin duda es una situación límite, ya que el espacio aéreo español lleva cerrado muchas horas (demasiadas).
Anoche ya se oían voces afeando que el Consejo de Ministros aprobara justo antes del Puente de la Constitución el decreto que regula las horas de trabajo de los controladores. Esto es como el huevo de Colón, no se sabe si hubiera pasado lo mismo si se hubiera aprobado hace un mes o dentro de quince días.
Por el bien de la imagen de nuestro país y por el bien de nuestra renqueante economía, no estaría de más que esta anómala situación terminara de inmediato.
PD: No hay mal que por bien no venga, la contaminación del aire se reducirá un poco en estos días. Busquemos consuelo...
PD2: Y en la misma semana que muere uno de los protagonistas de "Aterriza como puedas".

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